sábado, 3 de diciembre de 2011

Poemas adhesivos


Ya no me gusta quedarme de pie en el metro y atusar mi pelo reflejado en el cristal de la ventana porque exhibe un poema adhesivo. Ni yo ni nadie del vagón se atreve a despegarlo y frotar con alcohol el resto de pegamento. Maldigo los versos de Mario Benedetti hasta Principe Pío. Los leo del revés, descuento palabras, identifico recursos manidos. Una lata de melocotón en almíbar. Quien han decidido por mí que la cultura debe estar en el trayecto de un metro es imbécil selectivo. Tan imbécil y selectivo como el metro del poema. …”estación en curva. Tengan cuidado de no introducir el pie entre coche y andén”… Me apeo de la poesía adherente.


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